La melanina es el pigmento que da color o el fototipo a la piel. Los cambios producidos en la progesterona y los estrógenos estimulan la producción de este pigmento, y cuando se produce una sobreexpresión del mismo se pueden producir la hiperpigmentaciones o manchas en la piel.

Síntomas en la semana 15 de embarazo

Como hemos visto en semanas anteriores, los cambios de estas hormonas producen síntomas a las 15 semanas de embarazo como:

1. Manchas: como te hemos comentado, los cambios hormonales unidos a la exposición al sol, pueden generar la aparición de manchas en tu piel, generalmente localizadas en la zona de la cara, melasma, o a lo largo de todo el cuerpo, cloasma. Los tratamientos para las hiperpigmentaciones suelen ser bastante agresivos por lo que no se recomiendan durante el embarazo, sí después de este. Para prevenir la aparición de manchas o el aumento de estas se recomienda el uso de protector solar facial y corporal. Además, el aumento del uso de la niacinamida como despigmentante ha demostrado ser útil en la prevención y tratamiento.
2. Aumento del peso: en la semana 11 comentamos que los cambios de apetito producidos por los antojos y el aumento de la necesidad de nutrientes por parte del feto, puede hacer que sientas más hambre y consumas alimentos que en ocasiones son saludables, pero en otras no.
3. Náuseas y vómitos: la mayor parte de los síntomas que experimentas en el primer trimestre pueden empezar a disminuir, aunque en muchas ocasiones se siguen experimentando en el segundo trimestre. En la semana 4, te comentamos que los productos con jengibre pueden ser útiles para este síntoma.
4. Otros síntomas digestivos: como el estreñimiento, favorecido por el aumento de la progesterona, o las hemorroides que se pueden presentar a las 15 semanas de embarazo. Aumenta la ingesta de fibra o añade a tu rutina suplementos con fibra para mejorar ambos síntomas, así como, el uso de geles rectales aptos para embarazadas con el fin de disminuir el dolor, el sangrado y la infamación de las venas hemorroidales.
5. Dolor en los senos: los síntomas asociados a la piel se pueden seguir notando a lo largo de todo el embarazo, ya que no se deja de estirar y se pueden producir grietas y sensibilidad en la piel de todo el cuerpo especialmente en el abdomen, glúteos, muslos y senos. Te recomendamos que te hidrates la piel, uses productos para prevenir las estrías (semana 7) y uses productos específicos para los senos (semana 2).
6. Dolores: también pueden ir en aumento los dolores abdominales, de bajo vientre y de espalda asociados al crecimiento del útero y del feto a las 15 semanas de embarazo. Los productos de cúrcuma te pueden ayudar a controlar los dolores.
7. Estado de ánimo: los cambios en los estrógenos y la progesterona, unidos a todos los síntomas y malestar que se puede producir en el embarazo, pueden hacer comprometer tu salud mental, ya que te pueden poner al límite. Algunos consejos para mejorar el estado de ánimo y los productos a base de ansiolíticos naturales te pueden ayudar con este síntoma.

Consejos para evitar el riesgo de aparición de manchas en la semana 15 de embarazo

• Evita la exposición prolongada al sol: sobre todo en las horas centrales del día, donde la radiación solar es más fuerte. Usa protección solar a diario y evita exponerte al sol de forma directa más de 2 horas en el invierno y más de 20 minutos en verano.
• Hidrata tu piel: una piel hidrata, flexible y elástica se daña menos, por lo tanto, utilizar productos hidratantes y reafirmantes pueden ayudarte a prevenir la aparición de manchas.
• Evita productos que te irriten: los productos que lleven ingredientes como perfumes, alcohol y alimentos irritativos pueden sensibilizar la piel y permitiendo la aparición de dermatitis y manchas.
• Medicamentos fotosensibles: si tienes que tomar medicamentos que sensibilicen la piel como los antihistamínicos, algunos antipsicóticos o tratamientos hormonales, extrema la precaución frente al sol.
• Alimentación rica en antioxidantes: los alimentos ricos en flavonoides (manzana, granada, arándanos...); vitamina C (pimientos rojos, perejil, fresas...) y vitaminas antioxidantes como la vitamina E (alfa-tocoferol): nueces, semillas, hortalizas de hoja verde (brócoli), aceites vegetales de maiz (aceites de germen de trigo, girasol, maíz y soja). También pueden ser útiles los alimentos ricos en vitamina A, debido a sus características antioxidantes (zanhaorio, tomate, aceite de hígado de bacalao...); y los alimentos ricos en niacinamida o vitamina B3, ya que inhibe la formación de melanina (atún, bonito, jamón serrano, pollo, salmón...).