Cómo el crecimiento del útero durante el embarazo afecta el tracto digestivo

Durante el embarazo, tu cuerpo experimenta innumerables cambios para albergar y nutrir al bebé en desarrollo. Uno de los cambios más significativos es el crecimiento del útero en el embrazo, que no solo afecta a tu cuerpo físico, sino también a tus órganos internos, incluidos los del sistema digestivo. 

¿Qué hormonas son las responsables del crecimiento del útero durante el embarazo?

El crecimiento del útero durante el embarazo está principalmente regulado por las hormonas progesterona y estrógeno. La progesterona, conocida por su papel en la relajación de los músculos del útero para evitar contracciones tempranas, también afecta a otros tejidos musculares del cuerpo, incluido el tracto digestivo. Esta hormona, junto con el estrógeno, promueve el crecimiento uterino, preparando tu cuerpo para alojar a tu bebé en crecimiento.

A medida que avanza tu embarazo, el aumento de estas hormonas contribuye a que el útero crezca significativamente, ejerciendo una presión creciente sobre los órganos en la zona abdominal, especialmente en el segundo y tercer trimestre. Aunque este cambio es esencial para el desarrollo del bebé, no está exento de causar ciertos inconvenientes, especialmente en tu salud digestiva.

¿Cómo afecta el crecimiento del útero durante el embarazo al sistema digestivo?

Conforme el embarazo progresa y tu útero se expande, empieza a ejercer presión sobre los órganos circundantes, como el estómago y el intestino. Esta presión provoca que algunos síntomas digestivos se vuelvan más notorios, particularmente durante el tercer trimestre, cuando tu útero ha alcanzado su mayor tamaño.

A medida que el útero presiona contra el estómago, es común que el ácido gástrico se desplace hacia el esófago, lo que puede provocar acidez estomacal o reflujo gástrico. Además, la compresión de los intestinos ralentiza el paso de los alimentos, lo que puede provocar malestar abdominal y otros síntomas digestivos.

En esta etapa, es normal que sientas que tu digestión se vuelve más lenta y te enfrentes a una mayor incomodidad después de las comidas. Esto es parte del proceso natural del embarazo, pero no por ello deja de ser molesto.

Síntomas digestivos comunes por el crecimiento del útero en el embarazo

A medida que tu útero crece, es probable que experimentes varios síntomas digestivos, algunos de los más comunes incluyen:

• Acidez estomacal: La presión del útero sobre el estómago puede facilitar el reflujo del ácido gástrico, provocándote una sensación de ardor en el pecho.
• Hinchazón abdominal: La digestión más lenta y la presión sobre el intestino pueden hacer que te sientas más hinchada de lo habitual.
• Estreñimiento: La progesterona ralentiza el tránsito intestinal, y el aumento del tamaño del útero también contribuye a la compresión del intestino grueso, lo que puede generar dificultades para ir al baño con regularidad.
• Gases: El paso lento de los alimentos y la digestión más prolongada pueden generar una mayor acumulación de gases.
• Náuseas: Aunque las náuseas suelen asociarse más al primer trimestre, en algunos casos, el crecimiento del útero puede reactivar o agravar este síntoma debido a la presión que ejerce sobre el estómago.

Si bien estos síntomas pueden ser molestos, afortunadamente existen formas de manejarlos con ajustes sencillos en tu estilo de vida y hábitos alimenticios.

¿Cómo afecta el crecimiento del útero en el embarazo al tránsito intestinal?

Uno de los problemas más comunes que enfrentan las mujeres embarazadas es el estreñimiento. A medida que el útero crece, no solo ocupa más espacio en el abdomen, sino que también ejerce presión sobre el intestino, particularmente el intestino grueso. Esto, sumado a los efectos relajantes de la progesterona sobre los músculos del tracto digestivo, hace que el tránsito intestinal se vuelva más lento.

El movimiento más lento de los alimentos a través del intestino puede llevar a que el contenido intestinal se acumule por más tiempo en el colon, lo que a menudo resulta en evacuaciones más duras y menos frecuentes. El estreñimiento te puede resultar incómodo y, en algunos casos, puede desencadenar hemorroides, que son otro efecto común del aumento de la presión abdominal durante el embarazo.

Consejos alimenticios para evitar los síntomas digestivos producidos por el crecimiento del útero en el embarazo

Puesto que el útero va a seguir creciendo durante el embarazo, puedes minimizar el impacto que este crecimiento tiene sobre tu sistema digestivo mediante algunos cambios en tu dieta y hábitos diarios:

1. Come en pequeñas cantidades y más a menudo: Comer porciones más pequeñas varias veces al día puede ayudar a evitar la presión excesiva en el estómago y prevenir la acidez.

2. Evita los alimentos que agravan la acidez: Los alimentos grasos, picantes, el café y las bebidas carbonatadas pueden empeorar la acidez estomacal. Opta por alimentos suaves y bajos en grasa que faciliten la digestión.

3. Aumenta la fibra en tu dieta: Comer más alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, puede ayudar a mantener el tránsito intestinal en movimiento y prevenir el estreñimiento.

4. Mantente bien hidratada: Beber suficiente agua a lo largo del día es clave para suavizar las heces y evitar el estreñimiento. El agua también ayuda a reducir la acidez estomacal al diluir el ácido gástrico.

5. Evita acostarte inmediatamente después de comer: Espera al menos una hora antes de recostarte o irte a la cama para darle tiempo a tu estómago de hacer la digestión sin que el ácido gástrico suba hacia el esófago.

6. Haz ejercicio suave: Actividades como caminar pueden estimular el movimiento intestinal y reducir los síntomas de estreñimiento y gases.

Los productos recomendados los tienes en dentro de los enlaces que te hemos dejado en cada uno de los síntomas, igualmente, en el lateral te dejamos los productos relacionados con los síntomas comentados.