Suelo pélvico y embarazo
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Ejercicios de Kegel en el embarazo


Estar embarazada, además de ser un regalo, significa que tu cuerpo experimenta cambios, lo que puede llevarte a experimentar dolores y malestar durante el embarazo. Una de las molestias que las mujeres embarazadas a veces experimentan son la pérdida de control en la vejiga en el embarazo.  

Durante el embarazo, es recomendable que realices ejercicios y actividades para ayudarte en tus esfuerzos por mantener tu bienestar durante el embarazo. Uno de los ejercicios que a menudo se recomienda a las mujeres embarazadas son los ejercicios de Kegel. Los ejercicios de Kegel se centran en el fortalecimiento de la musculatura del suelo pélvico, esencial durante el embarazo. 

¿Qué son los ejercicios de Kegel? 

Los ejercicios de Kegel son una forma de ejercicio isométrico que están diseñados para ayudarte a mejorar la fuerza y flexibilidad de los músculos de la zona pélvica. Estos ejercicios pueden ser realizados por cualquier persona, pero pueden ayudarte mucho si estás embarazada o recientemente has dado a luz. Esta es una de las mejores maneras de ayudar a recuperar la salud del suelo pélvico después del embarazo. 

Beneficios de los ejercicios Kegel durante el embarazo 

Además de los beneficios de fortalecimiento del suelo pélvico e incontinencia, hay otros beneficios de realizar los ejercicios Kegel durante el embarazo, especialmente cuando son realizados de forma regular. Estos beneficios incluyen: 

  • Reducción de la probabilidad de desgarros vaginales: al fortalecer los músculos del suelo pélvico puedes reducir la probabilidad de tener un desgarro vaginal durante el parto. 
  • Facilitar el embarazo: fortalecer los músculos de la cadera y el suelo pélvico puede ayudarte a tener un parto más fácil al reducir el dolor y problemas asociados a este. 
  • Alivio del dolor: fortalecer el suelo pélvico puede ayudar a reducir la presión y el dolor que puedes sentir en la espalda y el abdomen. 
  • Mejorar la salud sexual: fortalecer los músculos del suelo pélvico también puede ayudar a mejorar la experiencia sexual al garantizar que los músculos sean más fuertes y puedan lograr contracciones más fuertes. 

Realización de los ejercicios de Kegel para las mujeres embarazadas 

Los ejercicios de Kegel son muy fáciles de realizar y no requerirán que tengas equipo de ejercicio especializado o lugares para realizarlos. Aquí está la forma general para hacer estos ejercicios: 

  • Siéntate o acuéstate con las piernas extendidas a la altura de los hombros. 
  • Identifica los músculos de tu piso pélvico. Estos son los músculos que usarías para detener el flujo de orina. En la entrevista con Andrea de Power Women Training puedes identificar los músculos que participan en estos ejercicios.  
  • Una vez que hayas identificado los músculos, comienza apretando los músculos durante unos 5 segundos antes de liberarlos. 
  • Descansa durante unos 5-10 segundos y luego repite el proceso 10 veces. 
  • Procura hacer estos ejercicios al menos 3-4 veces al día. 

Es posible que sientas algún tipo de incomodidad mientras haces estos ejercicios, sin embargo, si sientes algún tipo de dolor entonces debes dejar de realizar los ejercicios. 

Para evitar sentir dolor mientras haces estos ejercicios, hay algunas cosas que puedes hacer que pueden ayudarte a sentirte más cómoda. Por ejemplo, relájate mientras los practicas y usa almohadas para mejorar la postura. También te puede resultar útil exhalar y pegar el abdomen para liberar la tensión y mantener un ritmo regular mientras los haces. 

Presta atención a las señales que indican que está realizando los ejercicios correctos 

Cuando estás realizando los ejercicios de Kegel, existen algunos signos que puedes observar que te indican que estás realizando correctamente los ejercicios: 

  • Sientes que estás apretando bien: deberías sentir un estiramiento y relajación en tus músculos al realizar los ejercicios. 
  • Notas que la contracción de los músculos subió hacia la pelvis: esto significa que los músculos de la base de la pelvis se están contrayendo adecuadamente. 
  • No te sientes dolor: si estás experimentando dolor mientras haces los ejercicios, entonces es muy probable que necesitas para bajar un poco el esfuerzo.